Dentro de la penumbra en que se encuentra una parte importante de las grandes piezas presentes en las vitrinas verticales, sigamos contemplando estos ejemplares clásicos.
Mi afición por los minerales empezó, cuando mi padre me compró una caja de 50 minerales en Casa Palau en la plaza Real, entonces tenía trece años. Era asiduo visitante del Museo Martorell de Geología en el Parque de la Ciudadela de Barcelona.
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